Ya instalados en un colonial hotel de Miraflores una de la zonas exclusivas de Lima, pudimos comenzar a recorrer las calles llenas de historia de lo que fue la formación del Virreinato.
Contarles que esta zona de Lima, uno distrito con municipio propio y que por su trabajo en pos de la mejor calidad de vida ha recibido premios internacionales, es un lugar donde la tranquilidad, el respeto y la seguridad son el signo distintivo.
Una ciudad de gente muy servicial y educada donde el gracias y el por favor no faltan.
La zona de playa de Miraflores se la conoce como Larcomar, por la presencia en ese lugar con altas barrancas de un shopping de tres niveles edificado cobre la propia barranca que muestra abajo el Océano Pacifico y las arenas donde se dice Vargas Llosas escribió algunas de sus lecturas.
Como mudos testigos de ese inmenso mar, altísimos edificios que albergan lujosos hoteles, casinos y oficinas de las empresas más destacadas del mundo que tienen sede aquí.
No faltan en Miraflores, boliches bailables para todos los gusto, pero sin un desmán a la finalización de las fiestas musicales.
Más allá, es decir a la vera de este parque una seguidilla de casas de comidas de todo tipo y gusto con precios accesibles para nuestra economía.
Dentro del mismo, carteles destacados que rezan lo siguiente: “espacio destinado para la emergencia en caso de sismo”, alertando donde se debe concurrir en caso que ese fenómeno ocurriera.
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