Apenas Maxi Rodríguez concretó en gol el cuarto penal
para Argentina, se escucharon los primeros bocinazos a los que se sumó el
repiquetear de campanas de la parroquia. Desde allí todo fue expresión de la
alegría que estaba contenida; banderas, cualquier elemento que sirviera para
hacer ruidos, sordinas, cornetas, trombones, bombos, redoblantes, y el circular
de una caravana compuesta por decenas de vehículos -motos, autos y hasta
camiones-.
Veintiocho años después de la última Copa conquistada y
veinticuatro de la última final jugada, son varias generaciones que viven por
primera vez la experiencia de un Mundial exitoso y eso se vió en las calles,
con centenares de jóvenes disfrutando el momento.
Ahora la ansiedad se traslada al domingo, cuando en el
Maracaná se enfrenten Alemania y Argentina para decidir quién será el Campeón
Mundial de Fútbol Brasil 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario