Entre estas consideraciones es para destacar algo que ocurrió anoche sobre el escenario mayor. Se presentó la delegación de Córdoba, que tuvo una temática my particular como netamente propia, giró la representación entre personajes de la historia reciente de la ciudad, la “Puma”, la moto netamente local y el clásico del futbol cordobés, Talleres y Belgrano.
Todo muy bien secuenciado y demostrando desde la música lo que es Córdoba, pero adoptando para el desarrollo y la puesta en escena, otro tributo cordobés, como fue la revista Hortensia, creada por “el gringo Cognini”, y de ella el personaje de Chaveta, que se movía con la “pumarola”.
Pero más allá del contenido del cuadro representado, quedó en evidencia que a la hora de la animación no siempre en el escenario están los que mejor hacen las cosas, y para destacar ello basta con escuchar los comentarios de los conocedores y del público sobre los animadores del festival.
La delegación de Córdoba tuvo como animador y actor junto a Chaveta, a un conocido de los rosenes el coscoino Claudio Juárez.
Éste, con su capacidad natural y conocimiento del tema tuvo un desempeño de excelencia, sin fallas y con una naturalidad propia de los buenos.
Vaya uno a saber desde nuestro lugar en el mundo porque Juárez no es una de las voces de las presentaciones o por mejor decir porque no es “el presentador del festival”, por varios motivos, capacidad, conocimiento, nativo de la ciudad que mamó el festival desde su niñez, que mejores pergaminos para darle esa responsabilidad, que ya supo tener.
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